viernes, febrero 24, 2006

El hombre al que una vez amé: 4º parte.

El comienzo de esta historia:
  • El hombre al que una vez amé: 1º parte
  • El hombre al que una vez amé: 2º parte
  • El hombre al que una vez amé: 3º parte


  • El lazo

    Tenia cita a las tres de la tarde, eran las dos cuarenta y cinco y aun no podía salir de mi casa, ya ni siquiera me acuerdo de los motivos pero el caso es que salí corriendo, llegue a la esquina y no pasaba taxi alguno, odio cuando ocurre eso. Por esos lugares solo pasan dos microbuses, pero si esperaba a uno de ellos, llegaría aun mas tarde, también pasa un colectivo pero son pocos y la espera es larga, aunque solo de recordar los viajes en colectivo con Andrés, sube un poco mi temperatura cuando evoco aquellos osados juegos sexuales en el asiento trasero de esos autitos.
    Corrí hacia la avenida principal para aumentar las posibilidades de un taxi, hasta ese momento, estaba por lo menos con veinte minutos de retraso. Cuando ya me estaba encomendando a todos los santos y en mi mente contaban por lo menos tres mil “por favor”, veo que una señora gorda bajó de un auto de arriendo dos cuadras mas allá, corrí de nuevo y trate de silbar como hacen algunas personas, pero eso del chiflido nunca se me dio muy bien, casi perdí las esperanzas cuando desde adelante alguien le avisó al taxista que yo corría tras el.
    Cuando llegue al punto de encuentro Andrés estaba furioso y no es para menos, treinta y cinco minutos no es un atraso menor.
    - Hola – me dijo con cara de odio y tono muy grabe.
    - Hola, perdón por la demora.
    - De saber que me tendrías esperando tanto rato, no vengo, es mas creo que me voy ahora
    – dijo muy enojado.
    - Lo siento mucho, pero no te vallas, por favor, mi mamá preparo berlines para ti.
    - Mmmm ... Solo voy por no desairar a tu madre, contigo... estoy furioso!

    Nos subimos a otro taxi, sin decir nada abrió la puerta de adelante y se sentó junto al conductor, con lo que me decía sin palabras lo furioso que estaba conmigo. En la radio del taxi sonaba una canción melosa, de esas típicas para escuchar abrazado a quien amas, ¡lo odié por sentarse adelante!, cuando termino la canción yo estaba con la cabeza apoyada al vidrio mirando por la ventana, mientras el locutor de la radio anuncia “a pedido de dos enamorados suena en FM’DOS Corazones, al nuevo Single de Ana Torroja y miguel Bosé, primer corte de su disco Girados” cuando empezó a sonar la cancioncita, inevitablemente una sonrisa salió de mis labios, y cuando mira el espejo lateral del auto por la ventana, vi que Andrés tenia la misma reacción, se sonrojó y al notar que lo yo lo miraba volteo su cara y miro hacia otro lado, aunque era inevitable, no podíamos resistirnos a esa canción, me miro con una sonrisa por el espejo y me tiro un beso, impulsivamente le pidió al taxista que se detuviera, salió del taxi, abrió la puerta de atrás y se sentó a mi lado.
    - No puedo enojarme contigo – me dijo al tiempo que tomó mi mano y la apretó fuertemente, sin importar las miradas acusadoras del señor conductor.

    Cuando llegamos a casa, mi hermanos pequeños se colgaron del cuello de Andrés, lo adoraban, decían que era como su hermano mayor... bueno, lo que me causaba mucha gracia pues yo soy el mayor, pero le decían así porque el es mas alto que yo. Mi madre también se alegro mucho al verlo, pues le tenia un especial cariño, en casa todos sabían que éramos pareja excepto mi padre, entonces no había problemas en demostrar expresiones de cariño pues mi padre llegaba tarde por la noche.
    Luego llegaron mis primas a conocerlo. En la tarde noche nos sentamos todos en el living de la casa a beber unos tragos, fumar y a conversar de la vida, Andrés tenia afinidad con todo el mundo, mis primas Andrea y Camila estaban encantadas con el, pero... quien no quedaba encantado con su sonrisa. Entre cuchicheos las niñas me preguntaban de donde saqué un hombre tan encantador y atractivo como el. Entre conversaciones animadas, música y risas, no nos percatamos cuando mi padre abrió la reja de la calle y se estaciono en la entrada, y cuando sentí que se estaba girando la perilla del puerta de entrada, salté de mi apacible posición y de quede en el suelo al lado del sillón donde se encontraba Andrés. Como siempre mi padre se insertó al grupo con un trago igual que todos, pero al rato empezó a hacer sus incomodas e incisivas preguntas tales como “¿cuándo vas a dejar de traer amigos y nos presentarás una polola?” o “¿qué pasó con la esa niña con la que pololeabas hace poco?”, le preguntaba a mi novio si el tenía polola, o si era casado o de plano hacia comentarios como... “¿qué pasaba con esta juventud? parece que ya no les interesan las mujeres”,. A lo que ambos respondíamos con monosílabos sin conseguir ocultar el nerviosismo.
    Así trascurrió la noche hasta el momento de ir a dormir, mis primas se fueron a sus respectivas casa y mis hermanos a sus habitaciones, cuando mamá me llamó a la cocina y me dijo con tono cómplice:
    - Vamos a hacer una cama en el suelo, debajo de la tuya, para que tu papá mañana piense que ustedes durmieron separados. – con los colores en el rostro no puede mas que decir que me parecía una buena idea. En casa hay habitaciones de visitas, pero la excusa era que entre amigos hablaríamos hasta tarde, pero por lo que veo, con mi madre no eran necesarias las excusas, pero para mi padre funcionó muy bien (o eso creí yo).

    Nos acostamos, esperamos a que las cosas se tranquilizaran un poco en la casa y siguiendo los consejos de mi madre, Andrés subió a mi cama. Besos lentos y muy suaves, yo me apoyaba en su pecho, mientras con una mano acariciaba su rostro al tiempo que mis labios se posaban suavemente sobre los de el. De pronto se detuvo, y en silencio bajo de mi cama, a lo que le pregunte -: ¿por qué? Pero con un -: Sshhhhh – y un dedo en mis labios me silenció, se recostó en el improvisado lecho bajo el mío y me miro dulcemente. Cuando de pronto sin previo aviso, sin un toc, toc, sin la mínima cortesía o deferencia, mi padre abrió la puerta que estaba sin seguro y asomando su cabeza por el umbral de la puerta dice:
    -: buena noches!, no conversen hasta tan tarde.

    Una vez que pasó un poco el susto, puse seguro a la puerta, subí levemente el volumen de la música y fue entonten que entre besos y caricias, nos despojamos lentamente de los prejuicios del cuerpo, para luego con el alma también desnuda, contemplando nuestros cuerpos, deleitando primero la vista, para luego dar paso a suaves caricias que estremecieron nuestros cuerpos, así nos entregamos el uno al otro, obedeciendo los dictados de los sentidos y el corazón.

    Esa noche por primera vez se fundieron nuestros cuerpos, quedando nuestras almas unidas indivisiblemente para siempre, pero el destino se encargaría de escribir con nosotros una historia dibujada en las extrañas formas de un lenguaje que al día de hoy no logro comprender.

    Continuará...

    lunes, febrero 20, 2006

    El hombre al que una vez amé: 3º parte

    El comienzo de esta historia:
  • El hombre al que una vez amé: 1º parte
  • El hombre al que una vez amé: 2º parte


  • El beso


    Diiinnnggggg... sonó el citófono del departamento, era Andrés que llegaba puntual a nuestra segunda cita, preparé café para ambos y fumamos junto a la aromática bebida. El calor de la taza entibiaba mis manos, mientras sus ojos entibiaban mi corazón.
    Producto del calor, Andares pidió permiso, se levanto de la mesa y se saco uno de los chalecos que llevaba puestos, cuando se saco la segunda prenda de lana, levantó sin intención su polera y dejo ver unos abdominales cuidadosamente delineados. ahora en una simple sudadera sin mangas, pude admirar su cuerpo echo a mano, de brazos fuertes y espalda ancha, todo en perfecta simetría. Cuando lo vi por primera vez se veía corpulento, es mas, hasta pensé que era un poco gordito, lo que se disimulaba con su no despreciable estatura que llegaba casi al metro noventa, pero nunca imagine que debajo de esos kilos de ropa, además de un rostro hermoso y una personalidad encantadora tuviera ese cuerpo de semidiós que lo convertía en el hombre perfecto a pesar de lo perfecto que ya era para mi.

    Nos recostamos en la alfombra tal como lo hicimos el día anterior, pero nuestras manos se encontraron sin preámbulo, nuestros dedos se acariciaron y nuestras manos se amaron a gusto, mientras en nuestros oídos sonaba una suave música, nos miramos largamente, ya nada importaba, todo era hermoso, perfecto y al juzgar por la forma en que me miraba, a el le pasaba lo mismo que a mi.
    De pronto rompió el silencio, con una suave palabra, casi en estado de murmullo, que sonó en mi mente como acordes de una canción etérea creada solo para mi. -: ¡abrázame! –dijo mirándome a los ojos.

    Me incorpore de la posición en la que estaba, apoyé mi cabeza sobre su pecho y crucé mi brazo por debajo del suyo, mientras el, con un brazo envolvía mi espalda y con el otro jugaba libremente con mi pelo. Fue así que recostados en el suelo escuche su corazón murmurar mi nombre en cada latidos, hasta que en un leve movimiento, nuestros labios se unieron por primera vez. Inmóviles permanecimos unidos por un leve contacto entre sus labios y los míos, sin movimiento, solo un contacto en que nuestras almas se volcaban una y otra vez en nuestros cuerpos, como si fueran dos vasijas compartiendo y mezclando un liquido tibio y dulce. Sentí su respiración y me inundó de su olor, de a poco, al principio en pequeños y casi imperceptibles movimientos, nuestros labios empezaron a conocerse tal como habían hecho antes nuestras manos. Lentamente el contacto se trasformo en beso y las siguientes en conocerse fueron nuestras lenguas, de a poco el moviendo contagiaba nuestras manos, que continuaron conociendo nuestros cuerpos y fue así que mis manos conocieron la suave textura de su piel, su espalda, sus brazos, los rizos de sus cabellos azabache y la textura de su rostro.

    Fue antes de que nuestros cuerpos siguieran conociéndose a otros niveles, cuando, con la respiración algo agitada, el calor en el rostro y la tensión acumulada en otras partes de nuestros cuerpos, Andrés dijo casi en un gemido ahogado
    -: ¡me tengo que ir, ya es hora de entrar a clases!.
    -: si, yo también me tengo que ir
    – respondí con la respiración agitada.

    Continuará...

    jueves, febrero 16, 2006

    Espuma, baile y algo mas...

    Quiero hacer una pasusa en la historia “El hombre que una vez amé” para contar un poco de mi fin de semana de locos... o tal vez debo decir de “locas”.
    Todo empezó el viernes en la tarde noche, donde sin mucho animo espere a que llegara Ariel para salir a “Noche de espuma” en Fausto, pero el muchachito nunca llegó, por lo que convencí con un poquito de esfuerzo a Cristián para que me acompañara, obvio que para ser convincente nos tomamos en casa tres cuartos de bolla de whisky, la cual no nos hizo mayor efecto, pero a una hora prudente estábamos saliendo de la casa con destino a “Fausto discotteque” allá bailamos juntos casi toda la noche, entramos juntos a la espuma y nos mojamos hasta las rodillas (estábamos listos para quedar hasta el cuello, pero la espuma no nos motivo suficiente, tal vez fue la música), salimos y nos tomamos otro whisky tónica, y otro, y otro, y de pronto perdí la cuenta (pero no estaba ni pelo de borracho). Entonces entre animados bailes y risas, en la parte sequita de la disco, veo que anda un bloguer dando vueltas por ahí, con esos traguitos en el cuerpo, obvio que fui valiente y lo saludé, muy amable el chiquillo, un par de palabras y seguí bailando. De pronto mi amigo Cristian se encontró con un compañero o ex compañero de trabajo, algo así, se instalo a conversar largo y tendido, momento que aproveché para ir a saludar a un amigo que estaba en medio de la espuma. Entre salude a mi amigo y salí porque me atoré con espuma en la boca, cuando salí me di cuanta, fue inevitable, ya estaba empapado. Cristián seguía animadamente conversando con su amigo y yo estilando, ¡filo tendré que bailar!, de pronto apareció un muchacho de polera verde, tan mojado como yo, bueno el estaba empapado, nos miramos y lanzamos una carcajada por nuestro aspecto, un par de palabras y me pidió que lo acompañara a bailar mientras se secaba........... saltémonos al final (este ínter tanto será otra historia)........ salí con Cristián de la disco sequito, calientito para nada borracho y muy contento, pero Cristian tenia frió y me pidió su chaqueta y creo que ese fue el momento en que abrí la mochila y perdí una de sus sandalias favoritas.
    Al día siguiente me despertaron tipo doce para ir a comprar y hacer almuerzo, me mantuve despierto con mucho esfuerzo hasta que la comida estuvo lista (un delicioso puré con carne al jugo) y cuando estaba comidito y listo para ir al tutito, recostado en mi camita a punto de caer en el séptimo sueño... “riiinngggg, riiinngggg, riiinngggg” suena mi celular, era aquel personaje de polera verde de la noche anterior, proponiéndome que nos juntáramos, la cita quedo fijada a las seis de la tarde, lo que no me daba tiempo siquiera de una pestañada, me metí a la ducha y el agua fría despejo un poco mis deseos de entregarme a Morfeo, salí un poco atrasado de casa, pero llegue al encuentro a la hora exacta. Tomamos un jugo en el Tomodachi (¿eso significara algo?, ¡espero que no!) luego caminamos por al barrio, nos sentamos en el parque (ay, no me está gustando como suena eso, acabo de sentir un dejabú, pero se nota desde un principio que esta vez no será igual a lo anterior), la cosa es que fue bastante agradable (ojo, acá no hay nada por lo que felicitar a nadie, no hay nada de nada entre nosotros... eeemm bueno, el cabro me agrada harto, es bastante atractivo y muy, pero muy amoroso... eso podría ser algo a futuro) y como a las nueve y media me acompañó al metro, porque me esperaba un carrete (de nuevo) con mis amigos del FCN, era el cúmplanos de Frank y empezaríamos la noche en su casa, para terminar en “Blondie, noche Spice”. Me junte con Nicolás en el metro, llegamos a casa de Frank sin mucho animo.
    - algo para beber – nos pregunto el festejado.
    - Eemmm una cerveza – respondimos Nicolás y yo sin mucho afán de beber (recordemos que yo ya tenia un carrete en el cuerpo y Nicolás estaba en las mismas condiciones que yo).

    Al ratito aparece de nuevo el festejado proveedor de tragos ofreciendo caipiriña para ambos, oferta que fue irresistible, entre conversación y cigarrillos, calló otra caipirina, y otra, y otra, por lo menos cuatro o cinco. El alcohol empezó hacer efecto en mi al segundo trago, imaginen como estaba al quinto, y si a esto agregamos el cansancio, la falta de sueño y los grados de alcohol que aun quedaban en al organismo desde la noche anterior... uff.... ya estaba arriba de la pelota, con ganas de bailar hasta cuacas, y mas encima con unas ganas enormes de llamar al dulce muchachito de polera verde que conocí la noche anterior, quien para colmo vivía cerca, pero me contuve porque el tenía que viajar al día siguiente, por lo que me desahogue bailando con mis amigos, después ya no me bastaron mis amigos y empecé a bailar con gante que no conocía. A todo esto Nicolás me trajo otro trago, ahora era vodka naranja.
    - pero weon, a mi no me gusta mezclar copete – le dije
    - que tomaste ayer?
    - whisky
    - Ya poh!, y todavía te queda de eso en el cuerpo, ahora tomaste tequila... cagaste ya mezclaste – me dijo con cara maliciosa y hasta picarona.
    - Si poh! Ya cague !!! – respondí al tiempo que me empinaba el vaso de vodka.

    Así cayeron tres o cuatro vodkas mas, ya eran cerca de las dos de la madrugada y yo seguía animadamente bailando con tres desconocidas, y para los que me conocen, saben que mis bailes de por si, son un poquito sugerentes, imaginen que tan sugerentes podía ser a las dos de la mañana con aquel nivel de alcohol corriendo por mis venas, el baile ya no era sugerente, era hot.
    A las dos y media salimos de casa de Frank para ir camino a Blondi, Pamela andaba en auto, pero en esas condiciones nadie podía manejar y sobrevivir, pasamos a comprar mas cigarrillos y tomamos micro en providencia, donde mis amigos tuvieron que contenerme para no continuar el baile arriba del bus.

    Llegamos a Blondie con una cerveza en la mano cada uno, las que nos tomamos al seco antes de entrar en la disco, de lo que me arrepentí apenas empecé a bajar por las escaleras, un calor sofocante y húmedo me envolvió y aumentó aun mas mis ganas de seguir con el baile.
    La cosa es que después de dos o tres cervezas mas, me perdí de mis amigos, termine bailando arriba de un cubo, y dando vueltas por la pista bailando con cuanto desconocido se me ponía por delante, hombres mujeres y hasta un par de cosas ambiguas y extrañas de sexo indefinido, baile y baile tanto que ya ni siquiera recuerdo que música sonaba, pero baile mucho, me desintoxique de muchas cosas por medio del baile, lo que lubricado con el trago fue un onírico estado de baile, baile y mas baile calentón y desenfrenado.
    Cuando encendieron las luces yo seguía bailando, creo que ahora era con dos tipo que nunca en la perra vida había visto antes, me despedí amablemente y al acercarme a las escaleras encontré a mis amigos.
    - won donde te habías metido – me dijo Pamela
    - ay, bailando !!! – respondí muy alegre
    - te buscamos por todos lados – me dijo Nicolás
    - ¿y como no me encontraron? si yo estuve en todos lados también – respondí riendo
    - ya weon suelto, vamos al auto – me dijeron

    salimos de la disco y tratamos de pasar a comer algo, pero a esa hora ya no quedaba nada de comer en “18” un boliche que esta por alameda supongo que con calle dieciocho. Nos subimos a una micro para ir a buscar el auto y en el camino les conté mis aventuras. Después de recoger el auto pasamos a una “Shell” a comer un sándwich y luego a la casa.

    Así fue como terminé mi fin de semana, porque el domingo no me habría despertado ni un cataclismo nuclear, pero fue una excelente terapia de desintoxicación de cosas añejas y no tan añejas que deambulaban por mi mente.

    ¡¡¡ Salud !!!

    lunes, febrero 13, 2006

    El hombre al que una vez amé: 2º parte

    Para leer la primera parte de esta historia:
  • El hombre al que una vez amé: 1º parte



  • Canciones y casualidades



    Me levante temprano aquel día, por un lado, no quería ser impuntual y por otro porque la emoción me despertó sin pizca de sueño, entré a la ducha y al salir prendí la radio, en exclusiva se estaba estrenando la canción “Corazones” de Ana Torroja y Miguel Bosé, la encontré buena, pero quedé con la sensación de que una dupla como esa podía hacer algo mejor, aunque de todas formas era una linda canción .
    Salí de casa con quince minutos de antelación para evitar retrasos imprevistos, era un día nublado y con un poco de frió, pero yo estaba contento y un poco emocionado, mi idea de este encuentro no era nada romántico, mucho menos sexual, Andrés es solo un amigo al que conocí por correo electrónico y con el cual hablamos por teléfono en dos oportunidades, pero debo reconocer que me agradó mucho hablar con el en vivo, una voz muy sexy, además de ser un muchacho muy tierno con quien tenia varia cosas en común. Bajando la escalera del metro Santa Lucia, lugar donde estaba fijado el encuentro, lo único que sabia de mi cita era que estaría usando un chaleco “como de oveja” y un pantalón verde musgo, de pronto pensé “tanto tiempo escribiéndonos, y nunca nos enviamos una simple foto”, no tenia idea como era Andrés, solo una descripción simple, alto, pelo negro, ojos pardos, piel mate y usa lentes, agregado a la vestimenta, tendría que ser suficiente para reconocerlo, además el sabia mas o menos lo mismo de mi, “pelo castaño claro, piel blanca, ojos café, voy de chaleco color crema y pantalones beige”... una cita a ciegas con todas sus letras, todo esto le daba al asunto un halo de aventura.
    Cuando llegue a la boletería del metro, al lado de las escaras, lo reconocí enseguida, casi como si lo conociera de siempre, estaba sentado en el piso con la mochila entre las piernas, al parecer le ocurrió lo mismo, porque en cuanto me vio se puso de pie de un salto, nos acercamos sonrientes y estire mi brazo ofreciendo mi mano -: Andrés, Cierto?.
    - Si, tu eres Gonzalo Verdad ? -: contesto ofreciéndome la mano.

    Salimos de la estación y caminamos por el borde del cerro Santa Lucia sin fijar una dirección, hacia algo de frió pero no importaba en absoluto, la conversación y la caminata era suficientes para olvidarse del resto del mundo, nos sentamos en la parte trasera del museo Bellas Artes, comentando lo hermoso que se veía todo con el suelo cubierto de hojas amarillas, una imagen melancólica pero muy romántica del parque forestal.
    Al rato seguimos caminando pero ahora en dirección contraria, hablando de nuestras vidas, nuestros gustos, nuestros anhelos y de la forma en la que cada cual veía la vida. Casi al llegar a Alameda nos encontramos con Cristian, el amigo donde me estaba quedando ese fin de semana, en aquel tiempo, al terminar la semana de clases a veces llegaba a su casa y me quedaba con el y su pareja de lunes a domingo, pero era día lunes, yo entraba a clases a las tres de la tarde por lo que mis amigos me ofrecieron que me quedara la noche del domingo para poder asistir a mi cita.
    - MIRA QUE CASUALIDAD -: le dije a la espalda de mi amigo ce caminaba frente a nosotros.
    - y tu que haces acá, con este frío ? – dijo mi amigo cuando nos vio.
    - Déjame presentarte primero ... Cristian – Andrés, Andrés – Cristian -: dije enfrentándolos a ambos.
    - Mucho gusto ! -: Respondió Andrés. -: lo mismo dijo Cristian y continuo -: Porque no van a al departamento, y se toman un café ?, esta haciendo mucho frió.
    - Eemmm ... no lo invité al departamento, porque no es mi casa, porque ustedes no están y porque nos acabamos de juntar -: le dije a mi amigo -: además ... que va a pensar el muchacho si en la primera cita lo invito a casa a solas ? -: Risas generales.
    - Ya no seas tonto, vallan a la casa, y preparen café y no se estén entumiéndose en la calle. Ya los dejo, entro en diez minutos y voy un poco atrasado, cuídense, yo llego como a la una a la casa, cuídense. -: dijo Cristian como metralleta.

    Caminamos al departamento, la alternativa era mucho mas cómoda y atractiva, cuando llegamos prepare café de grano y encendí la radio, fumamos tomando café y escuchando música, cuando terminamos de beber Andrés me dijo -: Eeemm ... en mi casa yo escucho música tirado en el suelo, te molesta si nos tiramos en la alfombra ?.
    - no, no me molesta, ayúdame a correr un poquito la mesa.

    Nos tendimos de espaldas en el suelo, si no hubiese estado el techo y fuera de noche, en esa posición tal vez nos habríamos puesto a buscar estrellas fugaces.
    En ese momento anuncian en la radio “hoy en FM2 en estreno exclusivo les presentamos “Corazones” de Ana Torroja y Miguel Bosé”.
    - acabo de escuchar esa canción antes de salir a juntarme contigo, me impresiono que hicieran algo juntos, pero creo que la dupla da para más, aunque la canción es muy linda -: me dijo Andrés sin dejar de mirar el techo.
    - Enserio ?... yo también la escuché por primera vez antes de juntarme contigo y pensé lo mismo. -: dije al tiempo que me incliné para mirarlo.
    - Mira que casualidad, la escuchamos los dos por primera vez a la misma hora, pensamos lo mismo, y ahora la escuchamos por segunda vez estando juntos.
    - Jejeje
    (tímido) Si que casualidad -: dije mientras me tendía de nuevo en el suelo para ocultar los colores que subían a mi rostro.

    Seguimos escuchando música, hablando y mirando el techo, me sentía muy a gusto estando con mi nuevo amigo, habían muchas cosas en común, sobre todo en música, era realmente cómodo estar con el.
    De pronto, teniendo mi mano apoyada en el suelo, sentí el contacto tibio de su piel en mi dedo pulgar, otra vez los colores se me subieron al rostro, pero ahora mucho mas rápido e intenso, mi corazón se revolucionó, el estar tendido en el suelo ayudo mucho para no demostrar mi reacción, nunca la sangre fluyo por mi cuerpo a tal velocidad, me sorprendió que un leve contacto de su piel y mía provocara tal reacción en mi, me quede quieto y en silencio, cuando sentí su dedo índice sobre el mío, lleno de nervios y sensaciones extrañas, me arme de valor y con mi dedo presione el suyo para afirmarlo, lo que provocó que muestras manos se entrelazaran automáticamente, sin mirarnos, sin mover ninguna otra extremidad, su mano y la mía continuaron acariciándose por largo rato mientras en nuestros oídos sonaba la música de “la radio para los dos”. No se cuanto tiempo paso antes de que Andrés digiera que tenia que marcharse, pues tenia clases en madia hora mas, cuando mire el reloj marcaba las once treinta de la mañana, nos despedimos con un fuerte abrazo, después de que en esa muda entrega de caricias, nuestras manos se amaron y nuestros corazones se acercaron a un punto donde nunca mas podrían separarse del todo.


    Continuará...

    viernes, febrero 10, 2006

    El hombre al que una vez amé: 1º parte

    Cibercupido


    Andrés es un muchacho de cuerpo atlético, alto y muy atractivo, hermosos ojos pardos en contraste con su piel mate, de pelo negro y rizado. En aquel entonces estudiaba en una prestigiosa universidad, de la que a estas alturas tiene que haber egresado, tierno, agradable y nada de amanerado. Nos conocimos cuando ambos teníamos diecinueve años, la diferencia solo es de un par de meces, ambos estudiábamos y llevábamos vidas bastante ajetreadas, el entre la natación y los estudios, yo entre estudios y trabajo.
    La forma en que lo conocí fue un poco particular, contemporáneamente romántica, pero no intentaría encontrar un nuevo amor de ese modo de nuevo. Un día jugando con una de mis compañeras de clases y amiga intima en aquel entonces, ingresamos nuestros datos una pagina de contactos, cibercupido.com si mal no recuerdo, a la semana siguiente, tenia por lo menos cincuenta mensajes en mi casilla de correo, lo que me dio una lata enorme, entonces pensé “filtremos”, leí los nombres de los postulantes sin mucho interés pero con curiosidad, tal vez podría resultar algo interesante, solo uno de toda la bandeja de entrada me produjo un “clic” tenia el segundo nombre de mi hermano y que siempre quise para mi, acompañado de el apellido de mi mejor amigo y amor platónico del colegio. Fue al único de los cincuenta postulantes al que respondí, y el me contó mas tarde que le ocurrió algo parecido. Así seguimos por contacto vía mail durante siete u ocho meses, sin una llamada telefónica, sin una foto, solo misivas diarias entre el y yo, ocho meses de una linda amistad (porque no había nada sexual ni amoroso, solo amigables cartas), todo vía mail. Entonces un buen día mi ciberamigo me comenta en el correo... “no crees que llevamos suficiente tiempo así y es hora de que demos un paso mas”... al pie de pagina estaba su teléfono y la hora a la que llegaría de la universidad. Esa noche yo estaba en casa de un amigo quien me animó a llamarlo a la hora indicada.
    - hola, buenas noche, se encontrara Andrés ?
    - si un momento
    – una voz femenina.
    - Gracias.
    - Aló?
    – contesto el
    - Hola Andrés ?
    - Si con el, como estas tu ?
    – respondió sueltamente.
    - Eemmm... bien, sabes con quien hablas ?
    - Emm... si me lo imagino... Gonzalo verdad ?
    - Jajaja si como sabes ?
    - porque no espero el llamado de nadie mas y es una voz nueva para mi... supuse que eras tu!
    - Mmm la verdad es que estaba un poquito nervioso antes de llamarte, de echo aun lo estoy !
    - Jajaja no te preocupes yo también estoy nervioso.

    Así seguimos hablando, entre risas y preguntas nos conocimos un poco más, me encanto su voz, pero hasta ese momento éramos solo amigos, y así, después de una hora que paso volando, nos despedimos con el compromiso de hablar al día siguiente. Pero tipo once de la noche, sonó el teléfono de nuevo, contesto mi amigo, obvio estaba en su casa... “Gonzalo es para ti”, lo que me sorprendió mucho:
    - Aló
    - Eemm hola, soy Andrés, solo quería darte las buenas noches.
    - Ay, gracias, que eres tierno
    – respondí colorado y con el pecho hinchado de una extraña sensación
    - Que duermas bien, un beso, hablamos mañana.
    - Gracias, para ti también... hablamos mañana.

    Con los colores en el rostro, una presión en el pecho y cosquillas en el estomago, me puse a dar brincos por la casa.
    - que te pasa weona loca – me dijo mi amigo – quien era?
    - Ay, era Andrés, para desearme buenas noches!!!
    - Uy, PATO !!!
    – grito mi amigo – SE NOS ENAMORO EL CABRO !!!


    Continuara...


    martes, febrero 07, 2006

    Medio tiempo

    En estos tiempos donde con platita se compran huevos, se convierte en moda eso de los trabajitos de medio tiempo, las entradas extra y los pitutos de verano, yo también voy por la alternativa del lucro extra. Conseguí un trabajito de medio tiempo, solo un par de horitas después del trabajo tres días a la semana, siempre es bueno tener un ingreso extra.
    Ahora con dos trabajos paso a formar parte del grupo de los trabajólicos ultra ocupados y medio zombis de cansancio, sin tiempo para la familia o la pareja y carrentiando con mis amigos tal vez me vuelva un poquito anoréxico y las ojeras de cansancio hagan juego con los kilos que ya vengo dejando en el camino, además como ahora no tengo gato, ya puedo vestirme de negro de nuevo y usando mi piel blanca y mi cara de niño imberbe (porque en el trabajo todos piensan que mi hermano de 21 años es mayor que yo) le doy un giro también a mi moda volcándome a la tendencia “gótica” o esas modas extrañas que se usan ahora, asi paseándome por la vida con actitud progre y los ojos delineados, flaco como en aquellos tiempos y viviendo solo, sin reglas mas que la ley del preservativo, me dedico al amor libre y sin compromisos, total, con plata y un cuerpo presentable... quien quiere un novio ?
    (olviden lo de la moda gótica, no va conmigo, pero todo lo demás puede ser conversable)

    miércoles, febrero 01, 2006

    "Continental 62"

    Lo que escuchas en blog, es el estreno exclusivo de “A liar to love” que se traduciría a algo así como “Un mentiroso para amar” y es lo que se supone será el primer single de “Continental 62”, el nuevo disco de Christina Rosenvinge, que se espera saldrá a la venta el 20 de febrero de 2006.

    La chica que inicio su precoz carrera a los 15 años en el grupo “Ella y los Neumáticos” para saltar a finales de la década de los 80’s al emblemático dúo español “Alex y Christina” donde se catapultó a la fama con el éxito “chaz y aparezco a tu lado”, canción con la que además ganaron el festival de la OTI. Años mas tarde paso a formar parte del mítico grupo de los 90’s “Christina y los subterráneos” dando paso al importantísimo disco “Que me parta un rayo” (1992) que marco a toda una generación y de donde se desprenden éxitos inolvidables como “1.000 pedazos”, “Voy en un coche” y “Tu por mi”. Luego la banda toma un giro mucho mas “subterráneo” generando un disco excelente pero poco conocido “Mi pequeño animal” (1994) del cual en Chile solo escuchamos el single “Palido”, luego se separa de la banda para consolidar su nombre como solista y ahora como “Christina Rosenvinge” aparece con “Cerrado” (1997) de un sonido mas sofisticado con matices urbanos, donde Christina hace sus primeras incursiones en el ingles, y señalando un poco el camino de lo que seria una nueva etapa con el reconocimiento de un publico mucho mas exclusivo, los discos que continuaron como el mítico concierto en vivo de “Flores Raras” (1998) compilatorio de su carrera desde 1992 a 1997, y las joyas en ingles como “Frozen pool” (2000) y “Foreign land” (2003) Christina nos deja claro que lo suyo es un camino difícil pero musicalmente mas complejo con derroche de calidad y gusto, abriéndose paso en una nueva escena musical donde se hace respetar por un circulo mucho mas exigente.

    Ahora con un nuevo disco, La muñequita de porcelana del pop español lo hizo de nuevo se encerró a componer, para dar a luz este nuevo lujo del genero. Junto a Steve Shelley en la batería (Sonic Youth, Two dollar guitar), Jeremy Wilms en el bajo (Antibalas, Chin Chin), Lee Ranaldo (Sonic Youth, Text of light) y Tim Foljahn (Two Dollar Guitar, Cat Power) guitarras y voces. También colabora Charlie Bautista (guitarra, violín y coros), y Suso Saiz, encargado de la producción, así juntos dan vida a este nuevo disco titulado “Continental 62”. Este nuevo proyecto es la continuación de lo que ya veníamos escuchando en “Frozen pool” y “Foreign land” creando una sofisticada trilogía de sonidos increíbles, acompañados por la entrañable y dulce voz de una artista que crece y se hace fuerte deleitándonos con música de la que en Chile no estamos acostumbrados a oír y que tanta falta le hace a un espíritu soñador.

    LISTADO DE CANCIONES DE CONTINENTAL 62

    1- Continental 62
    2- White hole
    3- Window
    4- A lier to love
    5- Jelly
    6- Helicopter song
    7- ¿Quién te querrá?
    8- Toc toc
    9- Teclas negras
    10- Nickel song


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