
Tu imagen foguea mi cuerpo y confunde mis sentidos… la imaginación…el trance…
Mis manos recorren tu piel, lento y sin prisa como la primera vez, suave textura que provoca, descargas eléctricas que sacuden mis sentidos en tenues convulsiones de calor, acentuadas por el delicado perfume de tu piel, mezcla de exquisitas esencias y tenues emanaciones de tu propia naturaleza se funden en un solo aroma. Tus labios tibios y húmedos me incitan al pecado de un beso… un suave beso que extrémese mis sentidos. Tenue y delicado, el contacto acaricia mis emociones, lubricando la pasión con el fresco sabor de de quien besa con amor y entrega.
Nuestros cuerpos se amoldan el uno al otro en posición vertical mientras mis manos se liberan de egos y ataduras para recorrer sin limitaciones tu cuerpo desnudo. Mis labios dibujan formas y escriben a fuego palabras lujuriosas en tu mete. Tus labios recorren mi cuello entregadote al éxtasis, al tiempo que acaricio tu espalda engullendo con el tacto la textura de tus formas. Nuestras piernas se enlazan en un leve vaivén donde no solo se unen nuestros cuerpos, nuestras almas también se funden en sutiles recreaciones del movimiento sexual. El deseo, acentuado por la temperatura de nuestros cuerpos, aumenta el nivel de los besos. Adorable mezcla de labios y leguas… pasión y fluidos entregados a la fusión de un amor prohibido de dos cuerpos pecaminosamente similares y de dos almas divinamente parecidas, que buscan, amoldando sus cuerpos a las formas del pecado, encontrar el paraíso sumergidos en la búsqueda del cóncavo y convexo, en la fusión de un acto de amor y entrega que nos deja por medio del placer y el deseo, camino al divino paraíso.