Una extraña pesadilla

Llegamos a un lugar, tipo casona vieja con mesas y hasta unas camas donde había gente recostada y bebiendo exóticos tragos, la invitación la había hecho Armando (mi ex), por lo que nos dio unas buenas mesas ubicadas en un lugar estratégico para ver un show de empezaría más tarde. Me acompañaba Felipe (quien en la vida real es mi novio), nos sentamos como de costumbre y llagó a nuestra mesa una botella de vino, como el espectáculo aun no empezaba, Felipe y yo salimos de la casa a tomar un poco de aire. En el patio delantero de esta casona, había una casa mas chiquita, bien modesta, pero ordenada, Felipe me pide que entremos y le hago caso, llegamos al living de la casita y ahí estaba Jorge (Uno de los mejores amigos de Felipe) pero en este sueño el no era su amigo y yo tampoco era su novio. Cuando me di cuenta me sentí pésimo, pero lo entendí con el dolor de mi corazón, de alguna forma me daba cuenta que no había nada que hacer, aunque seguía sintiendo que Felipe me amaba a mi. Como llegó conmigo a la casa, Jorge (quien ahora era su novio) se enojó de sobremanera, como si supiera que en el fondo de nuestro corazón nos amábamos a pesar de todo y aunque supiéramos que no podría pasar nada entre nosotros. Después de una fuerte discusión, Felipe salió corriendo por la puerta principal, cuando salí a mirar al patio no lo encontré por ningún lado y solo veía la gran casona donde se supone que habría un espectáculo y Felipe y yo estábamos invitados. Miré hacia adentro de la casita y jorge estaba sentado en el living con una cara muy tranquila y relajada, con un tazón de té en las manos y un cigarrillo en el cenicero. Corrí hacia la casona, porque tenia el presentimiento de que Felipe no estaba bien y de que algo malo podía ocurrirle, busqué desesperadamente entre la gente, corrí por entre las mesas y mi angustia aumentaba con el tiempo, llegue a la mesa que estaba reservada para nosotros y en nuestro lugar había otra pareja (de hombres) besándose apasionadamente, pero nuestra botella de delicado vino aún estaba ahí, intacta y fría. Frente a la mesa, un show de transformistas vulgarmente maquillados, Felipe no estaba por ningún lado y mi angustia crecía, de pronto lo vi con las manos cubriendo su rostro, arrodillado al borde una de las camas que estaban en la habitación contigua y llorando, había un televisor encendido, gente fumando y riendo a su alrededor, pero el lloraba desconsoladamente con su rostro cubierto. Una pena enorme me inundó hasta lo mas profundo de mi ser, quise ir a consolarlo, pero camino a el y cuando estaba a punto de tocar su hombro... un mozo con una bandeja llena de copas chocó conmigo, los vasos cayeron al suelo, Felipe levantó su rostro, me miró con los ojos llenos de lagrimas... y desperté.

Desperté a las 3:25 AM angustiado, con mucha pena y muy confundido, pensé que algo le podía haberle pasado, tome mi celular y trate de llamarlo, pero el maldito aparato nunca conecto la llamada, ni a su casa ni a su celular. Me levante, pensé en ir a buscarlo, pero... ¿donde?... encendí un cigarrillo, trate de relajarme y regrese a la cama maldiciendo a mi celular, pero aún con de miedo y angustia.