
No faltará quien pueda caer... siempre hay alguien que quiere caer... nunca falta quien toma el pergamino y lo mete en el saco sin mirar, que fácil cayeron los incautos, los que siempre están comparando ilusiones, ellos no acostumbran a mirar, ellos no acostumbran a contar el vuelto.
Los feligreses deberían pensar las cosas antes, y saber si realmente están dispuestos a tener lo que pidieron, si realmente persiguen lo que dicen estar buscando, para después no disfrazar los miedos, porque cuando las casitas se construyen con miedos las puertas y ventanas se oxidan y los pobres se quedan atrapados en una asfixiante cárcel de temores que terminaran por matar el valor de sus corazones... esos lindos corazones... esas piedras corazones, que no saben lo que quieren y terminan vendiéndose ilusiones.
1 comentario:
ta bonito, por fin escribiste, no abandones a tus fieles lectores :)
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