Me pierdo en tus ojos, me gusta mirar en ellos cuando estamos tan cerca, me pierdo en el marco de tus sueños, me embriago de tu olor y el tacto despierta los sentidos, mis dedos recorren tu brazo rozando piel tropiezo con tu ropa, vestigios antiguos del pudor obsceno que aprisionan el cuerpo limitando el alma.
Bajo por tu pecho y siento el tacto áspero de la tela mientras mi nariz roza tu cuello y siento el contacto de tu barba con mi piel. La respiración se acelera mientras las manos exploran el cuerpo vestido, nuestros labios se encuentran en un cálido beso, tímido pero emergente, mis manos ya están bajo las ropas, sobre tu pecho empapándose del contacto caliente y del suave terciopelo de tu piel, manto blanco que envuelve tu ser, adoro el contacto tan sube, tan cálido. Las pequeñas imperfecciones de tu piel me hacen desear aun mas tu cuerpo, ellas muestran que también eres humano como yo, dos cuerpos pecaminosamente parecidos, dos almas divinamente similares.
Tus brazos toman mi cuerpo, me siento niño entre tus brazos, pero mi mente no quiere ser niño, mi alma siente como hombre, el abrazo fuerte y apretado no impide que mis manos continúen jugando en tu espalda notando como aumenta al calor de tu cuerpo.
Nos separamos un instante, en el que nuestros ojos se cruzan de nuevo, nos miramos reconociendo la excitación en el rostro, veo la picardía en tus ojos y una sonrisa escapa de mis labios.
- De que te ríes? – susurras despacio
- De nada – respondo, sabiendo que entiendes perfectamente lo que significa mi mueca.
somos dos niños antes de hacer una travesura.
Estrechas mi cuerpo nuevamente entregándome al placer, nuestros labios se buscan de nuevo, pero ya no es un beso tímido, ya no somos dos niños, ahora somos adultos explorando el placer.
Siento la sangre concentrarse en un solo punto bajo mi abdomen, al mismo tiempo noto la presión de tu sexo contra mi muslo, el control de los sentidos disminuye y se confunde.
Quitas lentamente mi polera y siento el aire del ambiente entrar en contacto con mi piel, por un segundo siento como la mente regresa al cuerpo y me da lucidez suficiente para arrancar tu camisa. Nuevamente el contacto con tu piel que ahora hierve como el fuego me regresa al estado etéreo, donde las sensaciones se expanden y los cuerpos se buscan para mas tarde fundirse en un solo ser.
Bajo por tu pecho y siento el tacto áspero de la tela mientras mi nariz roza tu cuello y siento el contacto de tu barba con mi piel. La respiración se acelera mientras las manos exploran el cuerpo vestido, nuestros labios se encuentran en un cálido beso, tímido pero emergente, mis manos ya están bajo las ropas, sobre tu pecho empapándose del contacto caliente y del suave terciopelo de tu piel, manto blanco que envuelve tu ser, adoro el contacto tan sube, tan cálido. Las pequeñas imperfecciones de tu piel me hacen desear aun mas tu cuerpo, ellas muestran que también eres humano como yo, dos cuerpos pecaminosamente parecidos, dos almas divinamente similares.
Tus brazos toman mi cuerpo, me siento niño entre tus brazos, pero mi mente no quiere ser niño, mi alma siente como hombre, el abrazo fuerte y apretado no impide que mis manos continúen jugando en tu espalda notando como aumenta al calor de tu cuerpo.
Nos separamos un instante, en el que nuestros ojos se cruzan de nuevo, nos miramos reconociendo la excitación en el rostro, veo la picardía en tus ojos y una sonrisa escapa de mis labios.
- De que te ríes? – susurras despacio
- De nada – respondo, sabiendo que entiendes perfectamente lo que significa mi mueca.
somos dos niños antes de hacer una travesura.
Estrechas mi cuerpo nuevamente entregándome al placer, nuestros labios se buscan de nuevo, pero ya no es un beso tímido, ya no somos dos niños, ahora somos adultos explorando el placer.
Siento la sangre concentrarse en un solo punto bajo mi abdomen, al mismo tiempo noto la presión de tu sexo contra mi muslo, el control de los sentidos disminuye y se confunde.
Quitas lentamente mi polera y siento el aire del ambiente entrar en contacto con mi piel, por un segundo siento como la mente regresa al cuerpo y me da lucidez suficiente para arrancar tu camisa. Nuevamente el contacto con tu piel que ahora hierve como el fuego me regresa al estado etéreo, donde las sensaciones se expanden y los cuerpos se buscan para mas tarde fundirse en un solo ser.
4 comentarios:
"Underneath your clothes"
Excelente....
La forma en que está escrito; la descripción, el ritmo, es realmente excepcional...
Tienes mucha suerte de tener a alguien asi a tu lado.
Greetings!
A.
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